06-09-1984
Tragedia de las mujeres de los pueblos de España, sobre cuál es su destino, su quehacer, su infelicidad, su goce, su servidumbre, su libertad y su moral. Pero la moral del pueblo en que Bernarda vive es todo lo contrario de una moral primitiva. Es la moral racionalizada y decadente hecha de preceptos negativos.
A primera vista, Bernarda tiraniza a sus hijas precisamente para que nadie dude de esa moral, para que nadie hable de ellas, pero, en el fondo, se goza de hacerlas obedecer.
Como en tantos casos de gente que apetece el mando, la finalidad objetiva no es más que un pretexto o una justificación. La moral de Bernarda enmascara una fuerte vida instintiva, aunque orientada no al sexo, sino al dominio.
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